Hoy en día no podemos imaginar un adolescente sin su móvil ya que parece que la mayoría de su tiempo lo pasa navegando por la red con su teléfono o tableta. ¿Es esta una tendencia peligrosa para la salud de las generaciones jóvenes? De esto habla en una entrevista el experto en neurociencia y psicobiología Diego Redolar, profesor de los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC.
Según Redolar, el cerebro “es adaptivo y está haciéndose más efectivo a la hora de buscar y seleccionar”. “Esto significa que … un niño que haya utilizado las tecnologías desde muy pequeñito trabaje y procese de forma diferente.” Según el experto esto no es ni malo ni bueno, pero “que estos niños y adolescentes estén súper acostumbrados a la inmediatez, y que cuando se produzca una demora su cerebro no esté preparado para ello”.
Por otra parte, ya sabemos que los videojuegos por ejemplo, pueden mejorar ciertas capacidades cognitivas y por tanto no podemos decir que el uso de los móviles es algo malo. Según Redolar las consecuencias negativas del uso excesivo de los dispositivos móviles están sobre todo en la pérdida de tiempo que se podría dedicar a hacer ejercicios o relacionarse con sus iguales. La compañera del profesor Beatriz Gavilán, también una experta en neurociencias, “si uno no se expone nunca a ciertas situaciones, es mucho más difícil que aprenda cómo estar en un grupo.”
Según ambos se ha demostrado que las consecuencias negativas en el desarrollo del cerebro cuando se sufre estrés a largo plazo son distintas en la gente joven y en los adultos. Los adolescentes pueden estresarse cuando no tienen control en una situación preocupante para ellos. Esta puede ser una separación de los padres o desestructuración familiar, o bien un acoso escolar o bullying.
Por supuesto el cerebro es afectado con mayor fuerza cuando hay un consumo de drogas y alcohol. El efecto de las drogas en el cerebro que todavía está inmaduro es de “generar cambios en diferentes regiones cerebrales y modificar el funcionamiento de la corteza prefrontal” afirma el profesor catalán. La corteza prefrontal es la parte del cerebro que más tarda en desarrollarse y madurar. También se llama “sede de la autoconciencia” ya que de ella depende el desarrollo de la identidad de cada persona.
En los adolescentes la rebeldía es parte del proceso de separación del nido familiar y la búsqueda de una mayor autonomía y una independencia. Justo por eso los jóvenes están en riesgo por el consumo de drogas porque en esto pueden ver una respuesta a las prohibiciones de los padres. Por lo tanto, la educación sobre el consumo de sustancias peligrosas que también incluyen el tabaco y el alcohol debe empezar mucho antes de la edad adolescente para que no sea demasiado tarde para los consejos y avisos de los padres.